Como sabemos, en este año, Septiembre es un mes importante, y no porque sean las fiestas patrias, de hecho, pa festejar no hay ni motivos y de patria nos queda un estado fallido (y tampoco vengo a hablarles de política porque en todo caso el bló tendría otro nombre). No, este mes es importante porque salió a la venta, hace unas semanas, la saga completa de Star Wars en blu-ray, con harto material extra (incluyendo varias escenas borradas de la trilogía original nunca antes vistas, oh sí); y para variar, a George Lucas se le ocurrió meterle mano, nuevamente, a los episodios IV, V y VI, haciendo algunos cambios para bien (efectos visuales, un resplandor de las espadas láser más nítido, y algunos detalles gráficos agregados en la escenografía), pero, PERO, tal parece que el señor no pudo evitar el terminar de darle en la madre a la trilogía original con cambios irrelevantes, detallitos que nos valían madre y, peor aún, dañando la esencia de las tres películas originales que un servidor y mis contemporáneos recuerdan.